Los 64 de mi madre y la niña que la abrazó en un elevador

Valencia, España. 11 de noviembre del 2018. Esta mañana en el elevador del hotel, se subió una familia con una niña con parálisis cerebral. Desde que dió con mucho esfuerzo esos pasitos, quedó de frente a mi mamá y no paró de mirarla, por lo que mi mamá le sonrió y le dijo "holaaaa" . La madre le platicaba a otras dos personas que la niña no durmió bien, que estuvo muy inquieta, que pasó mala noche. Al llegar al piso de desayunos, la familia bajó, pero la niña dió un paso más y abrazó muy fuerte a mi mamá y le dió un beso antes de irse. Esa niña vió a mi mamá con los mismos ojos que la veo yo todos los días, supo que está enfrente de una mujer que te ve más allá de cualquier limitación física y lucha por ti, amándote incondicionalmente. Yo quería decirle a la señora que no se rinda, que se puede, que gracias a mujeres como ella y como mi mamá aprendemos a superar cualquier obstáculo. Ese abrazo no sólo fue para mi mamá quien hoy celebra su cumpleaños, fue para mí, para recordarme cuán afortunada soy de tener a la que me parió conmigo y poder regalarle este viaje gracias a su amor y fe. Tardé un rato antes de parar de llorar.