Los viernes me ahuevan por default. Sé que es el día de ver trailers en la página de Apple, de pasearme por Just Jared, Now Smell This y todo chisme que se me antoje leer. Estoy en el trabajo, sí, pero mi cabeza navega lejos, muy lejos, tal vez buscando un punto barbón debajo de un rascacielos esperando que le llegue un aroma a chocolate y diga bajito mi nombre.
Ayer fui a ver "Te Amaré por Siempre" con cinco amigas. La selección de las féminas fue todo un show: hubo quien me mandó al diablo, quien lo leyó y no fue ni pa decirme gracias, quien tenía otros compromisos y quien me sorprendió al aceptar. Recuperé a mi mejor amiga, nos quedamos horas platicando y volví a sentirme viva, la extrañaba a rabiar. La peli no me hizo llorar todo lo que esperaba, pero en mi cabeza sigue revoloteando una frase de Clare que no recuerdo que venga en el libro, el cual adoré. Tanta expectativa que aún no sé si me gustó.
Hoy me enteré que la tía Bebel, al fin, lanza un nuevo album el 29 de septiembre. Ya lo quiero. La tía Isabel Allende también está por sacar un libro. Ya lo quiero también. Dos motivos para esperar.
Ya me tomé mi Pepsi Kick y tengo sueño, no sé qué comeré, pero ya he encontrado qué hacer el resto de la tarde mientras escribía ésto.
Cuánta falta me hace... ¿qué? ¿quién? La lista es larga.
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