NADA TENGO QUE VER CON LA TELENOVELA

Perdón si caíste en mi blog por la telenovela LA MALPARIDA. El nombre de este sitio lo escogí años antes y así se seguirá llamando. Disculpa las molestias.

martes, 24 de febrero de 2009

Pena, penita, pena

Hay veces que duele tanto que los labios me hormiguean y mi espalda se encorva, que mis brazos quisieran extenderse y abrazar al aire porque saben que tal vez nunca vuelvan a amoldarse a un querer.
Hay veces que las risas llegan y dan ganas de que algo pase para que dejen de taladrear los oídos porque uno es ajeno a ellas.
Hay veces que mirar un beso provoca un golpe en el pecho que deja sin aliento porque se olvidó lo que se siente.
Y hace tanto nadie toca este cuerpo que un leve roce sólo causa miedo.
Y todo se lee sin leer, y todo se escucha y nada vale. Y todo pasa y nada pasa.
Porque mientras uno sufre con esta maraña de ideas en la cabeza, los demás ni se inmutan, viendo cómo uno se consume lentamente en la amargura que se forjó a pulso.
Porque lo que parecía una oportunidad sólo era una broma de mal gusto.
Porque lo que prometía era mil veces repetido a otros oídos.
Porque no hay nada aquí que pueda ofrecer a un nadie.
Porque la pena ha invadido todo y no hay más.
Sólo pena.
Mucha pena.

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